Aunque el tema de la decoración es realmente muy personal, sí resulta increíblemente útil contar con la ayuda de un experto que logre la atmósfera deseada para vuestra boda y planifique el espacio para que sea mejor aprovechado de forma que incluso podamos crear diferentes ambientes para que el espacio resulte novedoso, cómodo, acogedor y refleje la personalidad de los novios.
Para lograr una decoración de éxito, aseguraos de:
ü Confecciona un guión de flores. Es decir, cuáles quieres que vayan en la entrada, tu ramo de novia, aquellas que estarán en el altar (si es religiosa) o en la mesa del juez de paz (civil) así como las que servirán para decorar las sillas de los invitados
ü Realiza una lista de flores “no en mi boda”, como aquellas que te causan alergia, las que no ves apropiadas, o no son de tu estilo simplemente.
ü Piensa en colores. Si tu boda tiene un carácter determinado y predomina un color designado por la propia personalidad de la boda, intenta mantener esa definición. Por ejemplo, si tu vestido es blanco con un fajín lila y habéis decidido que el mantel de la mesa del oficiante sea también de ese color, podéis recurrir a lilas, fresias y otras flores de color violeta como pensamientos o tulipanes.
ü Si la ceremonia es al aire libre, aprovecha el espacio para crear un ambiente agradable, cómodo y lleno de vida. Un arco decorado con flores es siempre una opción fabulosa para delimitar el área del oficiante y contrayentes. No olvidéis un paso de boda (alfombra) que puede ser del color que vosotros queráis, y no sólo rojo. Lo ideal es combinar la alfombra con los bancos o sillas, y las flores predominantes. El mantel del oficiante puede ser en el mismo color pero siempre con un mantelillo de guipur blanco que cuelgue en pico y sobresalga por encima del otro mantel.